Es una rama de la medicina que se centra en la reparación, regeneración o reemplazo de células, tejidos y órganos dañados o enfermos para restaurar su función normal. Utiliza técnicas avanzadas como la terapia con células madre, la ingeniería de tejidos y la terapia génica. Su objetivo es tratar enfermedades o condiciones crónicas, mejorando la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo.

Combina la medicina convencional con terapias complementarias y alternativas, basándose en un enfoque holístico que considera al paciente como un todo: cuerpo, mente y espíritu. Su propósito es tratar no solo la enfermedad, sino también las causas subyacentes, y mejorar el bienestar general. Incluye tratamientos como la acupuntura, la meditación, la nutrición y otros enfoques terapéuticos no convencionales.

Se enfoca en identificar y tratar las causas raíz de las enfermedades, en lugar de solo manejar los síntomas. Utiliza un enfoque personalizado, teniendo en cuenta la genética, el entorno y el estilo de vida del paciente. La medicina funcional busca el equilibrio en los sistemas del cuerpo y promueve una salud duradera mediante el tratamiento de desequilibrios biológicos específicos.